domingo, 9 de febrero de 2014

Compasión, libertad infinita





Un monje caminaba por una estación de autobuses cuando de repente un hombre le amenaza a punta de pistola para robarle. 

Inmediatamente después el monje sintió miedo; más tarde, odio. Estas emociones siguieron atenazándole, tanto que cuando llegó a casa lloraba en un mar de lágrimas. Cuando se lo contó a su alumno, éste le dijo:

- Después del mal rato que has pasado, ¿por qué lloras ahora?

El monje contestó:

- Me he dado cuenta de que si yo hubiera tenido la familia de ese hombre y hubiera vivido lo mismo que él, el de la pistola sería yo.

Cuento budista







domingo, 2 de febrero de 2014

El Amor después del amor




Llegará un tiempo
en que, con júbilo,
te darás la bienvenida
en tu propia puerta, 
en tu propio espejo
y los dos sonreiréis al saludaros
y diréis, siéntame. Come.

Amarás de nuevo al extraño que eras.
Dale vino. Dale pan. Devuélvele tu corazón
al extraño que te ha amado
toda la vida, al que has ignorado
por otro, a quien te conoce de verdad.

Quita de la estantería las cartas de amor,
las fotos, las notas desesperadas;
arranca tu imagen del espejo.
Siéntate. Date un festín de vida.

El amor después del amor
Derek Walcott