En
Asia existe una trampa para cazar monos. Es una caja de madera con un
pequeño orificio y adentro ponen un pedazo de algo dulce. El mono
atraído por el dulce, mete su mano por el orificio y atrapa el
dulce. Cuando trata de sacar su mano del orificio no puede, no puede
sacar su mano cerrada en puño con el dulce del pequeño orificio de
la trampa. El mono queda atrapado hasta que el cazador viene y lo
captura. El animal no se da cuenta que lo único que tiene que hacer
para liberarse es abrir la mano y soltar el dulce. Esa es la forma
que vivimos nuestras vidas. Estamos atrapados porque queremos lo
bueno y lo dulce. No siendo capaces de deshacernos (desapego) de las
cosas. Estamos atrapados en el círculo vicioso de felicidad y
sufrimiento, esperanza y desesperanza.
Ayya
Khema
Libro:
Be an island
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