La escultura no cambia es permanente... son las imágenes las que cambian, que son condiciones, de texturas, colores, formas... que captan nuestra atención por el flujo al que estamos acostumbrados a percibir en nuestro aprendizaje. Si nos damos cuenta es la escultura, como algo permanente que es, es el soporte para que la imágenes existan.
Es la permanencia de lo que somos lo que nos sostiene
Nuestro ego hace lo mismo: proyecta imágenes que atribuye como reales, según lo que proyectas eso percibes. La realidad se convierte en lo que percibes: contenidos propios atribuidos como una realidad manifiesta.
Tu no eres sólo una imagen eres lo que permanece si la imagen desaparece, es decir, esta escultura: lo estable. No eres un cúmulo de imágenes cambiantes que van y que vienen sino la escultura que las sostiene y que permanece aunque los contenidos cambien.
No somos los contenidos que la mente refleja, que son contenidos personales que cada un@ de nosotr@s lleva puestos.
Eres conciencia (territorio-continente). Somos conciencia. Somos lo mismo.
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